“Sé el cambio que quieres ver en el mundo” (Gandhi)

“El que no llora no mama”. Cómo pedir con asertividad y empatía

Por José Bermúdez Marcos - Psicólogo e Investigador

El proverbio español es fácil de entender: quien no sabe pedir no recibe nada. Saber cómo pedir es una habilidad social muy valiosa para la vida. La clave es hacerlo con asertividad, ni en modo pasivo, ni en modo agresivo; pero también empleando empatía.

“Perro porfiado saca mendrugo”, dice otro proverbio español

 

Punto intermedio entre la pasividad y la agresividad

Constantemente hacemos peticiones, bien sea dentro de la familia (por ejemplo, pedir que alguien cambio de comportamiento,…), dentro del trabajo (pedir un aumento de sueldo,…), entre amigos o en otros ámbitos. Este artículo trata de saber hacer una petición, o sea de hacerla con sabiduría.

Hacer una petición con sabiduría es hacerla con asertividad y empatía, y como lograr lo que se pretende con ella.

Según la Real Academia Española, una persona es asertiva cuando expresa una opinión de manera firme. Dentro del campo de la Psicología, sin embargo, la asertividad abarca todos los ámbitos de la comunicación, desde expresar una opinión, hasta hacer una petición, saber hacer y recibir críticas o evaluaciones, negociar, decir que no, o saber enfrentarse constructivamente. Con la asertividad defendemos y cuidamos nuestro yo, nuestro espacio (necesidades, ideas, derechos, etc.). La asertividad está  por tanto estrechamente ligada a la autoestima o autovaloración; de tal modo que, desarrollando y practicando asertividad, fortalecemos la autoestima. Esto es bueno, siempre que no se caiga en el extremo del narcisismo y egolatría.

Se puede decir que la asertividad ocupa un punto medio entre la pasividad y la agresividad en la interacción y comunicación entre personas. Un estilo de comunicación pasivo es dañino puesto que, al no saber defender las necesidades propias, crea frustración y resentimiento. Y un estilo agresivo también destruye la relación porque produce rechazo en la otra persona. El camino del medio o sea el estilo asertivo, que es colaborativo, es el que ayuda a mantener una relación sana y armónica.

Con ideas claras y aplicando empatía

La asertividad exige tener claras nuestras necesidades (que no son deberes ni imposiciones desde fuera) y mantenerlas presentes en nuestra interacción y comunicación con otras personas. Las necesidades de cada uno parten de sus valores, de aquello que considera valiosos e importante para él. Forma parte del conocerse a sí mismo.

La asertividad tiene que ir de la mano de la empatía, que es ponerse en el lugar del otro. Uno no puede comunicarse adecuadamente sin tener en cuenta el punto de vista, las necesidades y las circunstancias del otro.

El estilo de comunicación asertivo es en parte independiente del contenido de la comunicación. Es decir, la persona que es asertiva puede comunicar lo que quiere, incluido un mensaje falso o un mensaje con la intención de manipular. Se puede ser asertivo y a la vez no integro.

Por otro lado, la asertividad y la aptitud son dos dimensiones dentro de la agencia (que es la capacidad de ser agente en la vida y no paciente). O sea, se puede ser asertivo para comunicar algo y a la vez hacerlo con poca habilidad, o sea, sin la aptitud adecuada.

Pasos para hacer una petición con asertividad y empatía 

A continuación se presentan de forma esquemática los pasos para realizar una petición con sabiduría. Se sigue la estructura contrastada a partir de la evidencia recogida en investigaciones de asertividad y habilidades interpersonales.

Preparar la petición

El primer paso lógicamente es clarificar la propia necesidad. Y aquí una persona puede quedarse estancada al tener un bajo concepto de si, y por consiguiente bajo nivel de necesidades o de motivación para pedirlas (pensemos por ejemplo en una subida de sueldo o en reclamar una devolución). La regla es ser consciente de los derechos básicos que una persona tiene por ser persona, o sea, dignidad, libertad, justicia, etc. Aquí intervienen lógicamente también los valores de cada persona concreta (ver un partido de futbol frente a llevar a un hijo a una actividad, etc).

Una petición tiene más probabilidades de éxito cuando ambos partes ganen, o la otra pierda lo menos posible. También el tono de la petición ha de  calibrarse según  la importancia, urgencia y las circunstancias de la otra persona. Conviene llevar preparados los argumentos para contestar a las pegas que ponga la otra persona.

En la preparación ayuda memorizar y visualizar la puesta en escena y los pasos a dar con auto diálogo ( a ser posible en tercera persona, porque se adquiere distancia, lo que ayuda a ver el tema con menos ansiedad).

Realizar la petición

1. Establecer conexión empática

Por empatía se entiende estar abierto al punto de vista y circunstancias del otro, y actuar con respeto y amabilidad, empleando escucha activa.

Desde el principio se emplea el estilo asertivo: contacto visual, gestos de apertura, ser directo y no dudar, actuar con serenidad y relajación (incluso sonreír, pero no con sarcasmo o ironía).

2. Exponer mi percepción del hecho

Se trata de describir la situación o problema de la forma más objetiva posible, sin juicios personales y sin aludir a supuestas motivaciones o intenciones del otro, y menos empleando ataques personales. Emplear frases como: “He percibido que …”,  “He observado que …”.

En la exposición conviene incluir alguna alusión a las circunstancias del otro, por empatía.

Ejemplos:

– “He observado que no llegas a la hora en la reuniones, porque quizás tienes algún problema con el transporte”

– “Ha aparecido en mi cuenta un cargo de X euros. que creo que no se corresponde con el servicio, quizás por algún error”

3. Expresar cómo me afecta ese hecho

Este paso se utiliza con personas de confianza, y no suele ser procedente con desconocidos. Se trata de exponer los sentimientos que uno tiene y hacer al otro consciente del daño.  No hace falta extenderse. Se emplean frases que empiezan por: “Me siento …”, “Este hecho me afecta en …”.

Ejemplo:

– “Me siento estresado para tratar los temas de la reunión, pues generalmente tenemos que comenzarla media hora tarde, con lo que no podemos cubrir los temas con la atención necesaria”

Conviene evitar hacer juicios, acusaciones o echar la culpa, de forma directa o indirecta, como queda implícito si se usan frases que generalmente empiezan o incorporan el pronombre “tú” o emplean el verbo “ser”. Por ejemplo: “Tú eres una descuidado”, o  “Es que tú siempre llegas tarde”.

4. Hacer una petición clara

Aquí la recomendación es que la petición sea clara, concreta y factible (por ejemplo, hablar de cambiar un comportamiento, en lugar de una actitud o un tipo de personalidad). Es importante focalizarse, o sea, no aprovechar para incluir varias peticiones a la vez, que diluyen el impacto. Emplear frases que empiezan por: “Lo que pido es …”, ”Sería bueno que …”.

La respuesta del que recibe la petición puede llevar a una negociación, donde se tratará de llegar a puntos de acuerdo.

5. Agradecer (y, si procede, expresar alternativa)

Hacer un comentario de agradecimiento al final ayuda a motivar a la persona a conceder la petición. Por ejemplo: “Agradecería el esfuerzo …”, o “Agradezco que se haga …”.

Puede ser adecuado para motivar aún más al destinatario de la petición comentar una solución alternativa que uno tiene. La idea es transmitir lo que uno haría si la petición no se satisface y mostrar que uno tiene control de la situación y no está completamente a merced del que recibe la petición.  Nunca se presenta como una amenaza. Generalmente la alternativa no favorece al receptor, por lo que en el fondo es un motivador (refuerzo negativo).

Ejemplos:

– “Si no me puedes llevar al aeropuerto, tendré que buscar otro medio”, o bien,

– “Si no se puede ajustar el sueldo, tendré que ir mirando a ver si encuentro algo que me posibilite cubrir mis gastos”

Hacer seguimiento

Es el paso natural para controlar el proceso y con ello transmitir que el tema es importante para uno.

Estos pasos son aplicables tanto para una petición compleja (pedir algo a un jefe, pedir un cambio de comportamiento en un miembro de la familia, etc.), como por una petición sencilla (a un camarero, un vecino, un dependiente). Lógicamente en las peticiones sencillas los pasos se simplifican y se fusionan.

Ejemplo de petición compleja:

– “En primer lugar, gracias por la cita. Han pasado ya varios años y estoy con el mismo sueldo, a pesar que el coste de la vida ha subido mucho y los gastos básicos de mi familia son cada vez más altos
– Esta situación ya me está afectando de forma importante
– Lo que pido es que se analice mi situación y se me suba el sueldo un 15 %
– Agradecería que se resuelva la petición. Si no, tendría que ir buscando alternativas en otro sitios”.

Otro ejemplo:

– “Vengo observando que no ayudas a hacer la tarea x, y que siempre das excusas
– Esto me genera más trabajo y me quedo con la sensación de que no hay colaboración
– Te pido que empieces a colaborar, haciendo x, la próxima vez
– Te lo agradecería. Si no, me veré obligado a pensar en buscar a alguien que me ayude, o quedará la tarea sin hacer”.

En el caso de relaciones conflictivas, puede no haber escucha o pude recibirse una respuesta de negación, evitación, ataque o manipulación. En  estos casos hay que emplear técnicas adicionales de asertividad, que no se tratan aquí, como: escalado, validación mutua, demora, etc.

Ejemplo de petición sencilla, donde los pasos se fusionan:

– “La ventana está abierta y han bajado las temperaturas. Me estoy quedando congelado. Le agradecería que cerrase la ventana (si no, tendría que irme a otro sitio)”.

 

Referencias

Abele, A.E. et al. 2016. Facets of the Fundamental Content Dimensions: Agency with Competence and Assertiveness—Communion with Warmth and Morality. Frontiers in Psychology.

Alberti, R.E., and Emmons, M. 1995. Your Perfect Right: A Guide to Assertive Living. San Luis Obispo, Calif.: Impact Publishers.

Bower, S.A., and Bower, G.H. 1991. Asserting Yourself: A Practical Guide for Positive Change, 2nd ed. Reading, Mass.: Addison-Wesley Publishing.

Murphy, J. 2011. Assertiveness: How to Stand Up for Yourself and Still Win the Respect of Others. CreateSpace Independent Publishing Platform.

Peterson R.J. 2000. The Assertiveness Workbook : How to Express Your Ideas and Stand Up for Yourself at Work and in Relationships. New Harbinger

Tusabiamente.org

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