Mente “Sabia”: La Cabeza Fría y el Corazón Caliente
Operar con mente sabia es tomar decisiones y actuar integrando la razón y la emoción. Como el dicho: “ la cabeza fría y el corazón caliente”
“Hay una diferencia entre el conocimiento y la sabiduría. El primero se adquiere en la escuela. El segundo en la vida con mucho esfuerzo”. Albert Einstein.
“No confundas conocimiento y sabiduría. El primero sirve para ganarse la vida. El segundo para tener una vida buena”. Eleanor Roosevelt.
«La sabiduría emocional determina el éxito en la vida”. Daniel Goleman
Todos conocemos casos de personas frías que actúan de manera lógica y racional, sin conceder ningún espacio a las emociones; y por otro lado también a personas que siempre actúan influidas por las emociones del momento.
Hay una forma de describir los estados de la mente que procede de la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), desarrollada por Marsha Linehan (1993) a partir de ideas de la sabiduría oriental, y que es aplicable para la regulación emocional de cualquier persona, no solo para tratar trastornos que conllevan alteración de las emociones.
Linehan distingue entre la llamada mente racional, mente emocional y mente sabia.
Mente racional, mente emocional y mente sabia
Con la mente racional (reasonable mind) la persona piensa con la razón y de forma lógica. Analiza los hechos de una situación, tiene en cuenta los detalles, los pros y contras y con ello toma decisiones racionales. Es actuar con la cabeza fría.
Con la mente emocional (emotional mind) los hechos que percibe son distorsionados por los estados afectivo, y el pensamiento y comportamiento son controlados primordialmente por el estado emocional actual. Los juicios que hacemos y las decisiones que toma se basan de forma casi exclusiva en los sentimientos. Parece claro que necesitamos las emociones para llevar una vida plena; pero el problema es cuando las emociones controlan nuestra vida. A veces se dice: actuar con el corazón, para designar una actuación en la que la persona se conduce por sentimientos generalmente positivos. También se dice actuar en caliente, para describir actuaciones que se hacen bajo un impacto emocional que aún dura. Hay situaciones favorecedores de la mente emocional, puesto que inhiben la mente racional, como el cansancio, las drogas, estrés ambiental, enfermedad.
Operar con mente sabia (wise mind) consiste en funcionar a la vez con mente emocional y racional, Y es la que nos conduce a una vida saludable y plena. Es el proverbio de cabeza fría y corazón caliente. La mente sabia, por tanto, integra la mente emocional y la mente racional, busca el equilibrio entre las dos; pero incluso va más allá. Incluye también conocimiento intuitivo, que es el conocimiento que no está mediado por la razón y va más allá de lo recibido a través de los sentidos; es el campo de los significado, de la experiencia directa, de lo inmediato, del conocimiento interno, del hemisferio derecho, de lo holístico. Es esta la sensación que nos viene del cuerpo y decimos, parece que el cuerpo me pide.
Hoy en día se sabe que tenemos “varios cerebros”. Las redes de neuronas en el intestino y en el corazón (llamados el segundo y tercer cerebro), que a su vez se conectan con las del cerebro, son de gran complejidad. Cuando toma una decisión con la mente sabía la persona parece que “sabe” o siente que se trata de lo verdadero o válido.
Estructura emocional-racional
En realidad nuestro cerebro ya viene “precableado” con muchas interconexiones entre nuestro sistema límbico (emociones) y nuestra corteza cerebral (razón). Cuando ambos sistemas funcionan conjuntamente, que es lo natural, el comportamiento resultante es más adaptativo. Es una de las conclusiones por ejemplo del neurólogo Antonio Damasio en su libro El Error de Descartes: La Emoción, la Razón y el Cerebro Humano; y de los filósofos de los ensayos recogidos en el libro de Robert C. Solomon Thinking About Feeling: Contemporary Philosophers on Emotions (2004).
De esta interconexión se desprende que lo más adaptativo para la sociedad es la integración de la razón y de la emoción, la combinación del racionalismo kantiano y de la ética de la emoción de Confucio (Jia, 2016). Con ello se supera la tradición Occidental, que está fuertemente centrada en el razonamiento moral (Hobbes, Kant, Rousseau, etc.), si bien con excepciones como la de Hume, con su énfasis en el sentimiento como base del juicio moral. A los intereses individuales, al contrato social y a la racionalidad se añaden ahora las emociones sociales humanas, la armonía social procedente de la experiencia práctica para llegar a lo que el pensador neoconfusionista Li Zehou llama “armonía sobre justicia” o “estructura emocional-racional”. Pensadores como Alisdair MacIntyre con su ética social o de la virtud, como Rawls con su “equilibrio reflexivo” o “sentido común sano“, y el comunitarismo de Michael Sandel van esta línea. Ver también el artículo De la Individualidad “Rígida” a la Interdependencia “Flexible”.
La cabeza fría y el corazón caliente.
Prácticas para toma de decisiones con mente sabia
1. Consultar con el cuerpo cuando se toma una decisión. Pararse, pensar en la decisión que se va a tomar o en la acción que se va a realizar y focalizar la atención en la parte del cuerpo donde se siente o se sabe. Considerar lo que dice la mente sabia.
2. Emplear técnicas de distanciamiento como: tomar tiempo y espacio para enfriar las emociones y ganar distancia (consultar con la almohada) o ver la situación a vista de pájaro.
Algunos entrenamientos con técnicas para generar mente sabia
1. Desarrollo de la atención, serenidad y estabilidad emocional, a través de la meditación en concentración o atención focalizada (se puede empezar con la focalización en la respiración) y en atención plena (mindfulness) o monitorizacion abierta de los fenómenos mentales.
2. Estimulación de la intuición, como por ejemplo con el trabajo del yoga de los sueños y la generación de sueños lúcidos.
3. Desarrollo de la regulación emocional, fundamentalmente mediante aprender a identificar y etiquetar las emociones: conciencia de la emoción que aparece, descripción de la emoción, identificación del evento causante, interpretación, conductas ocasionadas y otros efectos provocados.
Referencias
Damasio A. (2011). El error de Descartes: La emoción, la razón y el cerebro humano. Barcelona: Destino.
Jia J. (2016). Li Zehou’s Reconception of the Confucian Ethics of Emotion. Philosophy East and West, 66, 3, 757-786.
Linehan, M.M. (1993). Skills training manual for treating borderline personality disorder. NY: The Guildford Press.
McKey, M.M., Wood, J.C., Brantley J. (2007). The Dialectical Behavior Therapy skills workbook. Oakland: New Harbinger.
tusabiamente.org
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