Del desapego a la claridad mental y al bienestar, de la mano de Tilopa y Huineng
Desprendiéndonos de las cosas y de los deseos y pensamientos, es decir, no dejándonos controlar por ellos, alcanzamos la visión clara de la naturaleza no dual de la realidad, y con ello el bienestar derivado de no tener pensamientos tóxicos y de rechazo.
Desapego
El maestro indio Tilopa fue un mahasiddha que practicaba la contemplación. En el siglo XI contribuyó a extender las prácticas espirituales en la región del Himalaya. Entre otras enseñanzas, transmitió los llamados Seis Consejos:
No mires hacia atrás. Despréndete de lo que ya ha pasado
No imagines. Despréndete de lo que puede venir
No pienses. Despréndete de lo que sucede ahora
No evalúes. No trates de juzgar
No controles. No fuerces que las cosas sucedan
Relájate. No tomes las cosas en serio
En suma Tilopa propone no amarrarse a los sucesos y las circunstancias de la vida, y por contra aceptarlas y tolerarlas tal como son (las personas, uno mismo, los sucesos y circunstancias). Es practicar la contemplación abierta.
Mente clara
Si no nos amarramos o apegamos a nada, nuestra mente se aquieta y surge la visión clara. “No aferrándose a nada surge la mente despierta” (Sutra del Diamante).
Se dice que cuando Huineng, el sexto patriarca chino del Chan (que luego dio lugar al Zen en Japón) del siglo VII-VIII, oyó estas palabras despertó. Para él la contemplación es la esencia de la sabiduría. La inutilidad del apego a los pensamientos, a las cosas, procede de que la naturaleza esencial de las cosas del mundo, que es ser no independientes, estar vacías (Wu en chino, Mu en japonés) de existencia propia. No dejándonos atrapar por las cosas, tendemos a hacernos uno con lo que hacemos y lo que nos rodea. Asumimos la naturaleza esencial “no dual” de todo.
Y esto no significa andar como un zombie, sin deseos, metas o pensamientos . Más bien se trata de no ser controlado ni atrapado por ellos, y por contra abrirse a lo que llega y abrazarlo. La idea es vivir el momento con plenitud, y actuar con libertad y proactividad.
Acción comprometida
Viviendo la vida de ésta manera, en modo no dual, la acción se acompaña de sentimientos de empatía de forma natural, pues todas las personas y cosas no son independientes de uno. La empatía en sentido amplio puede ser irracional y dar lugar a desgaste. Es quizás más importante trabajar la compasión, que lleva a acciones más racionales aplicadas con distancia sana.
Hay prácticas para cultivar la compasión, como la metta bhavana, que son de gran ayuda. En esta práctica se desea, a nivel mental, bienestar primero a personas próximas como familiares o amigos, a continuación a personas con las que tenemos una relación neutral y por último a todos los seres, incluyendo a las personas que no están precisamente en nuestra onda.
La práctica tiene primero efectos positivos de bienestar sobre uno mismo, pues los pensamientos de odio, enfado o rechazo hacia otros y hacia el mundo son tóxicos para el propio individuo que los tiene. Además aporta efectos prosociales, en el sentido de que genera la necesidad interna de promover la justicia y el bienestar de los demás mediante el compromiso con la acción externa.
tusabiamente.org
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